Se trata de gestos y comportamientos que no hacen otra cosa que decirte: «te quiero». Estos son algunos de ellos: Mueve la cola sin parar e, incluso, sonríe. Esa es una señal infalible. Al parecer, la convivencia con nosotros ha hecho que, por imitación, los perros esbocen sonrisas. Podríamos decir que es una sonrisa de oreja a oreja. A tu perro le encanta pasar tiempo contigo y por eso le encantan vuestros juegos. No deja pasar la ocasión para jugar, por eso es frecuente que te lleve su juguete favorito. Confía tanto en ti y te quiere tanto que busca tu protección y cariño para dormir.
También les encanta que les hagan cosquillas en la tripa, y si tu mascota confía en ti lo suficiente como para tumbarse bocarriba piensa que significa que comprende quién es el 'Macho Alfa' o jefe, por decirlo de alguna manera, pues se trata de un gesto de absoluta sumisión en el que se encuentran muy vulnerables. A los perros les gusta que les toquen las orejas porque lo relacionan con los lametones de su madre. De igual manera la barriga es otro punto frecuente.