Lamento que las cosas sean tan difíciles para ti y tus seres queridos en este momento. Como sacerdote, no es raro para mí experimentar de primera mano el gran sufrimiento que pasan muchas personas, buenas y malas. Tener dudas de fe es algo que debemos confrontar en momentos como estos. Creo que con demasiada frecuencia nos fijamos en la tristeza y el dolor que nosotros y otros experimentamos y tratamos de teologizar al respecto. Nos ponemos un poco a la defensiva o nos enojamos con Dios y tratamos de calmar nuestra actitud o enojo con ideas que creemos que pueden ayudarnos. Pareciera que esperamos una respuesta que elimine nuestro dolor. Les invito ahora a sacar este concepto de sus corazones y sus mentes. La respuesta de Dios a nuestro dolor, en las palabras del Dr.
Quiero conocer un maduro piola y respetuoso pasivo tengo lugar solo por whatssap hablamos y arreglamos. Muchos de nuestros lectores nos preguntan cómo dejar de ser tímido con las mujeres, y particularmente, cómo dejar de ser tímido con mujeres. Bueno queridos amigos, la solución depende completamente de ti. La timidez nos hace ensimismados. Esto es descriptivo, no crítico.
En nuestra sociedad actual estas características diferenciadoras de los sexos ha perdido buena parte de su utilidad, pero sin embargo, siguen muy presentes. Pero estas diferencias se dan también se da a nivel craneal. La cabeza del hombre es distinta a la de la mujer: la forma de la frente, de las cejas, la línea de nacimiento del cabello, la mandíbula, la nariz, la forma de los ojos… son aspectos que, en nuestros antepasados prehistóricos, tenían una función muy distinta dependiendo de si eras un hombre cazador o una mujer cuidadora. Estos aspectos físicos propios de una evolución para realizar ciertas tareas, han llegado hasta nuestros días.
Quiero decirte que mis tetas desean sentir tus pinzas,sentir el dolor de sus dientes clavados en ellas. Un dolor que no es dolor como todos lo conocemos, es un dolor placentero que es mucho mas intenso cuanto mas tiempo las llevo clavadas en mis carnes. Los miro y quisiera acariciarlos, tocarlos pero no lo hago, me controlo porque solamente lo haré si tu lo deseas. Un coño que es tuyo.