O me gusta cuando te tomas el tiempo de explicarme las cosas con tanto detalle. Atención completa durante el tiempo diario que compartas con la otra persona. La idea es comunicarse hablando desde la emoción, en una conversación de calidad, con empatía no con soluciones, con actividades de calidad. Importante en algunos casos puede ser contaros cómo os sentís y reíros juntos. En definitiva, tiempo de calidad es un tiempo dedicado para hacer actividades gratificantes juntos. Incluso los peques tienen ese impulso, les regalan a sus madres o padres flores o piedras, o dibujos esos regalos pueden indicar que ése es su lenguaje de amor. Para algunas personas que su pareja les regale cosas es una expresión de amor. Y si eres la persona a la que le gusta regalar, disfrutas todo el proceso, desde que tienes la idea hasta después de haber dado el regalo a la otra persona.
Tampoco si aquello que digo o hago es bueno para mí. Resulta muy frustrante cuando para ti existe un problema que afecta a la relación, tu pareja no quiere hablarlo y evita constantemente el tema. Desde la perspectiva sistémica hablamos de la pareja como un tercero. Pues bien, con las relaciones ocurre lo mismo. No se sustentan ni se mantienen por arte de magia, es necesario trabajar en la relación y para la relación y esta labor es responsabilidad de ambos. Si te encuentras ante esta situación es necesario plantearse ciertas cuestiones para replantearnos cómo estamos enfocando el problema. Si sois una pareja que lleva ya un tiempo de relación, tomate un tiempo para pensar en conflictos que habéis resuelto bien y cómo lo hicisteis. En muchas ocasiones, hay ciertos temas que nos incomodan, nos da miedo poner encima de la mesa o simplemente no sabemos por dónde empezar. Como todo en la vida debe aprenderse y entrenarse, ir adquiriendo y sumando herramientas que ya tendréis para siempre.
No debemos olvidar que no hay que perder la masculinidad para someterse a una Mujer. Hay que doblegarse y despojarse del orgullo y del ego masculino. Siempre he tenido deseos de ser sometido por mi esposa, pero por otra parte no se como decirselo, estoy muy de acuerdo que si uno tiene deseos de ser sometido con la edad esos deseos se acrecentan, de hecho alguna vez he sido sometido y el sumiso de alguna profesional, pero veo que no es suficiente. No creo que el hecho de someterse, sea menos masculino. Mi fantasía siempre fue someter a un hombre muy masculino, a los que yo iba conociendo.
La revolución de la píldora. Buenos Aires, Edhasa, Femineidad: En cuerpo y alma. Vivir el momento justo. Generaciones a Historia de la sexualidad II. El uso de los placeres. Tecnologías del yo y otros textos afines. Buenos Aires, Paidós, New Brunswick, Aldine Transaction.